Dr. Jeckyll y Mr. Hyde

¿Quereéis saber la verdadera historia? dejaros de mitos,reproduciones, comics, peliculas y tantas y tantas ramificaciones que han falseado y descafeinado el verdaero mito. El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde es presentado por Robert L. Stevenson como una verdadera teoria de la doble naturaleza humana bondad-maldad; en la que remaraca la teoría aristotélica que promulga que e el vicio se cae porque es facil su acceso y sin embargo a la virtud se llega porque hay que trabajársela. El Dr. Jeckyll ocultaba sus fechorias en Hyde (oculto) sin tener que poner en un compromiso su propia personalidad. Hyde es el mnstruo psicologico mejor creado de todos los tiempos.


SINOPSIS
Las indagaciones de Gabriel John Utterson comienzan por curiosidad e
inquietud, a pesar de las promesas insistentes por parte Jekyll de que
su nuevo amigo Hyde no constituye peligro alguno. Todo cambia cuando
Hyde asesina a un respetado parlamentario inglés ante un testigo.
Mientras Utterson ayuda en la investigación del crimen, Jekyll se
vuelve cada vez más solitario y melancólico, y Utterson llega a pensar
que el doctor está encubriendo a Hyde.
Llega un momento en que Jekyll se encierra estúpidamente en su
laboratorio atenazado por una angustia que nadie comprende. Otro amigo
de Utterson, Lanyon, muere de un shock espiritual con el que el señor
Jekyll parece estar relacionado. Un día el mayordomo de Jekyll, Poole,
pide ayuda a Utterson para tratar con un individuo desconocido que, de
alguna forma, ha conseguido entrar en el laboratorio y matar a Jekyll.
Ambos descubren que el extraño es Hyde, y cuando consiguen entrar en el
laboratorio, encuentran el cadáver de Hyde, que se ha suicidado,
mientras que Jekyll no aparece en ninguna parte.
Finalmente, Utterson lee sendas cartas legadas por Lanyon y Jekyll.
La primera revela que Lanyon ha sido testigo de la transformación
física de Hyde en Jekyll por medio de un brebaje inventado por éste
último. Fue el horror ante tal descubrimiento lo que le llevó
finalmente a la muerte.
La otra carta es una confesión del propio Jekyll: en su juventud, se dio cuenta de que la conciencia
de cada ser humano se compone de dos aspectos - el bien y el mal - que
están enzarzados en una lucha continua. Siguiendo la hipótesis de que
es posible polarizar y separar estos dos componentes del yo, creó una
poción que podía transformar a una persona en la encarnación de su
parte maléfica, consiguiendo al mismo tiempo depurar el lado bueno.
Después de tomar la poción, Jekyll disminuía un tanto su estatura,
tomaba un aspecto desagradable para con todos sus semejantes, adquiría
la fuerza de doce hombres y su astucia ,su naturaleza malvada se volvía
dominante, además su inteligencia se hacía extrañamente brillante,y sus
reflejos extraordinarios; a esta "persona" la llamó Edward Hyde.
Después de unas cuantas transformaciones a Hyde, y viceversa, Jekyll se
acostumbró a realizar regularmente la metamorfosis
con el fin de poder entregarse a placeres antisociales prohibidos, que
nunca se permitiría en la persona de Jekyll. Sin embargo, su parte
maléfica se fue haciendo más y más fuerte, rebasando la capacidad de
Jekyll para controlarla. Después del asesinato del parlamentario,
Jekyll, horrorizado, decidió dejar de tomar la poción.
Desgraciadamente para el doctor, después de algún tiempo de
tranquilidad, las trasformaciones a Hyde se producían espontáneamente,
mejorando sus "facultades" y Jekyll solo podía permanecer de esta forma
mientras durasen los efectos, cada vez más debilitados, de la poción.
Finalmente se agotó un ingrediente fundamental de la poción, una sal
que había adquirido inicialmente en gran cantidad. Las nuevas remesas
de esta sal ya no producían una poción efectiva. Al principio, Jekyll
lo atribuyó a impurezas en estas remesas, pero finalmente llegó a la
conclusión de que la impureza desconocida se hallaba en el lote
inicial, siendo ésta la que otorgaba efectividad a la mezcla, por lo
que nunca más podría obtener una poción efectiva, y quedaría convertido
en su oscuro alter ego Hyde permanentemente.

Umm no sabía que fuera así Mr Hyde...aunque tuve hace dos años un profesor de filosofía que decía que era Mr Hyde, después de ir repeinao al instituto, con corbata y todo nos reconocío q era friki y encima heavy jajaja..gente pa to'.
En fin, buena idea Mr Hyde, aunq sinceramente prefiero leerme otras cosas, no me ha llamado mucho la atención.

Acabo de leerme este pequeño relato y he de decir que me ha parecido simplemente genial. Como dice Dante dejaros de películas y demás representaciones, porque ninguna es tratada como el original. Me ha encantado la dualidad de los hombres incluso que se considere que somos más de una dualidad, que lleguemos a albergar diferentes personalidades dentro de un solo ser.
Este Mr Hyde si que da miedo de verdad, porque es maldad pura, pero no maldad de monstruo sino la maldad que todos llevamos dentro y eso es lo que realmente da miedo, pensar que dentro de nosotros se esconde una personalidad que jamás quisieramos ver.
Un gran clásico que recomiendo a todos de tan solo unas 100 páginas que se leen solas. Ahora me voy a leer los otros relatos que hay dentro del libro como Los ladrones de cadaveres (Si, de este relato hay una película muy famosa del mismo nombre) y Olalla (Este relato dio lugar a la famosa película de terror La mujer pantera).
Por último, quien lo quiera leer le recomiendo que se lea la edición de Valdemar porque esta muy bien cuidada. Animaros a leerlo, no os defraudará.

Gracia y paz, oscuros hermanos por tanto tiempo alejados...

Me alegra ver que siguen apareciendo por aquí reseñas de los clásicos.
A mí particularmente éste no es un relato que me entusiasmase, pero sí me parece bastante característico de la mentalidad decimonónica, de muchos de cuyos tópicos -recordemos que tópico significa primeramente lugar- todavía vivimos. La antropología dualista, de raíz griega, que identifica lo bueno del hombre con su lado racional -y, en tanto que racional, racionalista, lógico, científico y convencionalmente social- y lo malo con una rémora animal -pasiones prohibidas, violencia; en realidad las pasiones y sentimientos en general- me parece simplista. Sin embargo, es muy posible que el relato pueda, en parte, leerse como una advertencia frente a eso, o como la angustia y el miedo que el hombre que vive desde esa perspectiva puede experimentar ante la intuición de su dualidad existencial. O quizá simplemente forme parte del gusto de la época por la mórbida fascinación de lo prohibido en una sociedad en creciente reglamentación, o incluso ambas cosas.
La historia de un relato siempre permite leer más de lo que el autor mismo haya escrito. Siendo así, una vez más mis felicitaciones por recuperar los clásicos.
Dios sea con vosotros.